Pero sabía que esto era lo correcto …
Reservé un vuelo a Shanghai, China.
Y gracias a Dios escuché mi instinto porque sin este viaje todavía estaría estresado, ansioso y avergonzado de mi cuerpo.
No tenía planes para el viaje. Solo quería cambiar el medio ambiente, ver la cultura china y explorar la infame Shanghai.
Traté de concentrarme en mí mismo. Traté de disfrutar el viaje. Quería desconectarme del mundo en el que solía vivir. Quería deshacerme de todo el estrés que mi cuerpo me estaba causando.
¡Quería ser el viejo yo! ¡Donde era feliz, lleno de energía y delgado!
Cuando llegué a Shanghai y me registré en mi hotel, decidí salir a la calle e intentar mezclarme con la cultura asiática.
Cuando llegué no me lo podía creer…
No estaba seguro de si estaba viendo bien o si solo tenía jet lag …
Pero ahí estaba ella …
Kaja de mi escuela secundaria. Solíamos ir juntos a la clase de psicología.
Pero esta vez ella era… diferente.
En sus días de escuela secundaria, ella era… gordita. Y puedo recordar vívidamente cómo algunos chicos se metían con ella y la llamaban por nombres.
Pero este día en Shanghai …
No tenía el estómago abultado …
No usaba ropa holgada para esconder su cuerpo …
De hecho, estaba feliz, llena de energía y ¡su cuerpo era INCREÍBLE! Era delgada, su vientre plano, sus piernas bonitas y delgadas y su rostro bien definido. Llevaba este vestido azul que la hacía parecer una modelo de Vogue.
Caminé hacia ella y me presenté …
De hecho, estaba feliz, llena de energía y ¡su cuerpo era INCREÍBLE! Era delgada, su vientre plano, sus piernas bonitas y delgadas y su rostro bien definido. Llevaba este vestido azul que la hacía parecer una modelo de Vogue.
Caminé hacia ella y me presenté …